- La Empresa Pública anunció que cargaría a todos los vecinos los impuestos de los gastos de escrituración de las viviendas para compensar a los adjudicatarios. Lo que no dijo es que eso les obliga a renunciar a la reclamación de sus derechos constitucionales
IMPULSA GETAFE denuncia el chantaje económico de la EMSV a los adjudicatarios de las viviendas públicas de El Rosón, y a la manipulación mediática de la Empresa Pública, al anunciar una medida económica compensatoria, por la ineficacia en la gestión de la promoción y los graves problemas que han tenido que afrontar los adjudicatarios de estas viviendas en el tiempo, que acabaremos pagando el resto de los vecinos de Getafe. En efecto, la EMSV anunció que para resarcir los inconvenientes a los afectados, las arcas públicas correrían con los gastos derivados de la escritura pública de las viviendas, en este caso solo el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) que el que han de abonar los adjudicatarios, puesto que el resto de gastos los ha de asumir por ley la promotora, en este caso, la EMSV. Lo que no dijo la empresa pública es que, para acceder a esta “ayuda”, los adjudicatarios deben renunciar a sus derechos constitucionales, evitando que con ello los citados adjudicatarios puedan reclamar en los juzgados que se investigue la responsabilidad de los gestores de la EMSV en la gestión y tramitación de la construcción de las viviendas.
Así lo ha denunciado la Asociación de Afectados de las viviendas públicas de El Rosón, que se han puesto en contacto con IMPULSA GETAFE para dar a conocer que falta una parte importante de la información, que sí se le ha hecho llegar a los adjudicatarios, pero no así a la prensa, y que dice textualmente: “Conforme a la comunicación que os remitimos el pasado día cinco de febrero, este gesto comercial será compatible con cualquier reclamación que se realice contra la anterior contratista por parte de EMSV o de los propios adjudicatarios, pero no en el caso de realizar reclamaciones frente a EMSV.”
En palabras de los propios afectados, “da la sensación que quieren comprar nuestro silencio con una pequeña indemnización que no hace justicia a la cantidad de tiempo perdido y dinero gastado por cada vecino a lo largo de estos años de espera”.
Además, los adjudicatarios de estas viviendas públicas denuncian que presuntamente se está incumpliendo la memoria de calidades de las viviendas, siempre según ellos, con el propósito de ahorrar costes, poniendo como ejemplo el presunto incumplimiento de la instalación de la electrificación de las plazas de garaje para cargar coches eléctricos, lo cual los responsables políticos de la EMSV quieren “solucionar” con una propuesta que es una farsa en sí misma, ya que pretenden cargar el importe de la instalación a los adjudicatarios.
A todo ello hay que sumarle otras dos nuevas demoras en los plazos de entrega de sus viviendas, lo que se traduce en nuevos retrasos para todos estos adjudicatarios, los cuales firmaron la reserva de las viviendas en enero de 2016, y que a día de hoy, siguen esperando disponer de ellas.
IMPULSA GETAFE puede comprender la indefensión a la que ven sometidos los adjudicatarios de las viviendas, ya que la EMSV no les ofrece soluciones ni da respuesta a sus preguntas. Recordamos que IMPULSA GETAFE tuvo que ganar en los tribunales a la EMSV poder consultar los documentos públicos de la gestión de la promoción, habida cuenta de la callada por respuesta que, desde el primer momento, ofreció la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda de Getafe a la petición de consulta de la información por nuestra parte.
Desde IMPULSA GETAFE solicitamos que los responsables políticos de la EMSV den las oportunas explicaciones a los adjudicatarios de las viviendas públicas de El Rosón, así como que cualquier medida económica a favor de estos no sea incompatible con ejercer sus derechos constitucionales.
Así mismo, exigimos responsabilidades al Gobierno Municipal de Getafe, PSOE-PODEMOS, encabezado por Sara Hernández, para que asuman que con su manifiesta incapacidad han transformado un hecho a celebrar, como es el conseguir una vivienda pública en la que formar un proyecto de vida, en una total pesadilla.